SEVENTEEN en Tecate Pa’l Norte: La jugada maestra que posiciona al festival como pionero del K-pop en México

“¡¿SEVENTEEN en Pa’l Norte?!” Fue lo que muchxs fans mencionaron en redes sociales al ver el lineup oficial del festival regio. La incredulidad se convirtió en euforia en cuestión de minutos. Las publicaciones explotaron en likes y Pa’l Norte se volvió tendencia en plataformas donde usualmente dominan los grupos coreanos.

SEVENTEEN en el Tecate Pa’l Norte. Foto: PLEDIS Entertainment.

Pa’l Norte nació en Monterrey como una apuesta local por la música en vivo, y en poco más de una década se ha consolidado como uno de los festivales más importantes del país. Su evolución ha sido constante: de un enfoque inicial en rock alternativo e indie nacional, pasó a abrazar géneros como reggaetón, electrónica, pop latino y ahora K-pop, sin perder su esencia.

El lema del festival, “Siempre Poderoso y Ascendente”, no es solo una frase: es una filosofía que se refleja año con año en su cartel. La mezcla de generaciones, estilos y artistas de distintas partes del mundo convierte a Tecate Pa’l Norte en un termómetro cultural —un espacio que escucha lo que el público quiere vivir en un festival, y se anticipa a ello.

Con SEVENTEEN, ese instinto visionario se hizo más evidente que nunca.

Para quienes aún no están familiarizados, SEVENTEEN no es un grupo convencional. Desde su debut en 2015, se han distinguido por ser “self-producing idols”: artistas que escriben, componen, coreografían y conceptualizan su propia música. Este enfoque los ha convertido en uno de los actos más respetados y consistentes del K-pop.

Con premios en ceremonias como los Mnet Asian Music Awards, menciones en Billboard y giras internacionales con estadios llenos en Asia, Europa y América, SEVENTEEN ya había demostrado su poder global mucho antes de aterrizar en México.

Pero no es solo su éxito lo que los hace perfectos para un festival como Tecate Pa’l Norte. Es su energía, su versatilidad en el escenario y su conexión con el público. En un entorno donde el show en vivo lo es todo, en Pa’l Norte, SEVENTEEN sobresalió por su precisión, carisma y capacidad para convertir a cualquier asistente en fan, aunque no los conozca.

Y por supuesto, está su fandom: CARATs. Organizadxs, leales y apasionadxs, lxs fans de SEVENTEEN no solo llenan conciertos, llenan espacios culturales y redes sociales, convirtiendo cada aparición del grupo en un fenómeno. Para un festival que busca expandirse y conectar con nuevas generaciones, SEVENTEEN era la elección ideal.

SEVENTEEN en el Tecate Pa’l Norte. Foto: PLEDIS Entertainment.

En un mundo donde los festivales compiten por la atención en cada scroll, apostar por el K-pop no es un capricho: es una estrategia con visión a futuro.

SEVENTEEN tiene un público digital, joven y comprometido. Un perfil que encaja a la perfección con el asistente actual de festivales: aquellxs que no solo van por la música, sino por la experiencia, el contenido que pueden compartir y la comunidad que se forma.

Pa’l Norte entendió esto. Con SEVENTEEN, logró generar conversación, engagement, y visibilidad más allá de sus fronteras habituales. El grupo se volvió tendencia, medios internacionales hablaron de la presentación de SVT en Pa’l Norte, y la cobertura en redes alcanzó niveles inéditos. Las marcas patrocinadoras ganaron exposición y los asistentes vivieron algo único.

Más allá del hype, esta fue una movida que consolidó a Tecate Pa’l Norte como un festival que sabe leer el momento cultural y no teme reinventarse.

Dino y HOSHI de SEVENTEEN en el Tecate Pa’l Norte. Foto: PLEDIS Entertainment.

En los últimos años, festivales como Corona Capital, Vive Latino y Tecate Emblema han intentado diversificar sus carteles, incluso acercándose tímidamente a lo asiático con actos de J-pop o artistas emergentes. Sin embargo, ninguno había dado el paso audaz de incluir a una banda de K-pop de alto calibre como SEVENTEEN.

Tecate Pa’l Norte no solo lo hizo primero. Lo hizo con convicción, sin relegar al grupo a un escenario secundario ni usarlo como anzuelo visual. Los trató como lo que son: headliners de talla mundial.

Este movimiento también habla de algo más profundo: una visión descentralizada que no depende de la Ciudad de México para marcar tendencia. Desde Monterrey, Pa’l Norte demostró que la innovación cultural también se gesta en el norte. Y que la sorpresa, bien pensada, puede ser la mejor arma en la guerra de los festivales.

DK y The 8 de SEVENTEEN en el Tecate Pa’l Norte. Foto: PLEDIS Entertainment.

Lo de SEVENTEEN no fue un experimento. Fue un punto de inflexión. Un momento que marca el inicio de una nueva etapa para los festivales mexicanos, donde la diversidad musical no es solo deseada, sino esperada.

El fandom latinoamericano, especialmente el mexicano, ha demostrado ser uno de los más apasionados del mundo. Gracias a ellos, en este 2025, México se ha vuelto una parada obligada para muchas giras de artistas asiáticos. Pero hasta ahora, esos actos se limitaban a conciertos individuales y Tecate Pa’l Norte rompió ese molde. Abrió la posibilidad de que el K-pop tenga presencia en espacios musicales más amplios, compartidos, diversos.

¿Veremos a otros grupos coreanos en festivales como Tecate Emblema o incluso Vive Latino? Muy probablemente. ¿Se repetirá la fórmula de incluir headliners del K-pop en ediciones futuras de Pa’l Norte? Ojalá.

Pero más allá de especulaciones, lo cierto es que el K-pop ya no está tocando la puerta: entró con fuerza, con fans, con talento, y con una banda que lo dejó todo en el escenario.

SEVENTEEN en el Tecate Pa’l Norte. Foto: PLEDIS Entertainment.

Uno de los aspectos más hermosos que dejó la presentación de SEVENTEEN en Tecate Pa’l Norte no sucedió solo sobre el escenario, sino entre el público. Tras el festival, comenzó a notarse un aumento de videos y publicaciones en redes de personas que descubrieron a SEVENTEEN sin planearlo, mientras esperaban por otros headliners como Green Day o The Chainsmokers.

Muchos asistentes llegaron con prejuicios sobre la música coreana, pero la fuerza del performance de SEVENTEEN y la energía de las CARATs fue tan contagiosa que algo cambió. La dedicación de fans que estuvieron formadxs desde temprano, soportando más de 40 grados bajo el sol para ver a su grupo, llamó la atención de todxs. Incluso hubo quienes se acercaron curiosos a preguntar por los Carat Bong (unas lámparas de luz que brillaban al ritmo del show).

Carat Bong – Lightstick/Lámpara para conciertos. Foto por caratandcake en Reddit.

“¿Dónde compro esa lamparita?” preguntaban. Varios fans de Green Day querían uno solo para ser parte de la experiencia. Lo que comenzó como curiosidad se transformó en interacción genuina: ayudaban a grabar y se preocupaban por lxs CARATs a su alrededor.

Y aunque en papel estos dos públicos parecieran de mundos opuestos —punks de los noventa y pop lovers de la generación Z—, la realidad es distinta. Muchos fans de Green Day saben lo que es ser señalados por no escuchar la música “correcta”, por no encajar. Ese puente invisible unió a dos generaciones con más en común de lo que pensaban.

Como dijo un asistente en TikTok: “No sabía nada del grupo, pero terminé bailando y ayudando a las fans de SEVENTEEN a grabar su miembro favorito. Fue uno de los momentos más divertidos del festival.”

Para Elle México, Hoshi, S.COUPS y DK (miembros de SEVENTEEN) mencionaron: “Fue surrealista tocar en otro festival icónico más en nuestro 10° aniversario juntos como equipo. Hemos llegado hasta aquí porque siempre nos hemos mantenido unidos. ¡Gracias, chicos!.”

Y es que durante el show, los gritos, las luces, las voces coreando en coreano y en inglés… Todo se alineó para que este momento fuera especial. Y lo fue.

Porque incluir a SEVENTEEN no fue un experimento. Fue una jugada maestra. Una que posiciona a Tecate Pa’l Norte como un festival con visión, sensibilidad cultural y valentía creativa. Y que, con una sola banda, cambió para siempre la historia del K-pop en los escenarios de México.

SEVENTEEN en el Tecate Pa’l Norte. Foto: PLEDIS Entertainment.

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